Algunos niños sienten verdadera pasión por los dinosaurios. Saben cuáles son las características de las distintas especies, qué comían e incluso distinguen las eras geológicas. ¿Por qué?
Desde diplodocus, triceratops hasta velociraptores o tiranosaurios rex. Sea la especia que sea, de algún modo, los dinosaurios llaman la atención de los más pequeños (y de muchos adultos también). De hecho, es probable que a ti también te gustasen durante tu infancia o quizás uno de tus amigos fuese un gran apasionado de los dinosaurios… Ahora bien, ¿Qué tiene este tipo de animales que resultan tan atractivos?
La devoción por los dinosaurios que experimentan muchos niños es algo más que un mero pasatiempo. Se saben el nombre científico de diferentes especies, a pesar de ser poco comunes, conocen qué comían y por dónde solían estar o cuáles eran sus peculiaridades. Incluso, su interés es tan grande que son capaces de distinguir las diferentes eras geológicas por el tipo de dinosaurios que habitaba en ellas. Increíble ¿verdad? Pero ¿por qué a los niños les gustan los dinosaurios?
PASION Y CURIOSIDAD: La importancia de los intereses intensos
Desde la psicología se utiliza un concepto conocido como intereses intensos para referirse a la preferencia, motivación o pasión por parte de los niños por objetos, actividades o temas muy específicos. Este fenómeno suele desarrollarse a edades muy tempranas y, además, suele ser más común en los niños que en las niñas.
Ahora bien, los intereses intensos no consisten en un gusto general y pasajero por un objeto determinado como puede ser un disfraz, un avión de juguete o los dinosaurios en este caso. Mas bien se caracterizan por la experimentación de cierta atracción, con grandes dosis de pasión, hacia ese objeto.
Es como si los niños sintieran una curiosidad desmedida por saber todo sobre algo muy concreto. Incluso, en algunos casos, esta atracción puede tener ciertos rasgos obsesivos. Así, estos tipos de intereses suelen tener una serie de características comunes:
- Suelen ser relativamente duraderos. No se desvanece en cuestión de horas o días.
- Se enfocan a diferentes objetos con características similares o rasgos en común.
- Favorecen un dominio conceptual sobre ese tema en concreto.
Los padres suelen identificar este tipo de comportamientos en sus hijos rápidamente, ya que los niños en cuanto aparece algo relacionado con su tema de interés, enseguida quieren investigar y profundizar sobre ello. Por ejemplo, hacen múltiples preguntas para saber más, buscan información que esté a su alcance para saciar esa especie de curiosidad intelectual o una vez que han recabado bastante información y han aprendido algo nuevo sobre el tema lo explican a las personas de su alrededor.
Los niños con intereses intensos son como esos investigadores que están en búsqueda constante de información para saber más sobre un tema específico. Suelen estar en alerta para aumentar el conocimiento que tienen sobre su objeto de interés, se interesan por mantenerse actualizados y, además, se preocupan porque los demás sepan sus “nuevos descubrimientos”.
Según algunas investigaciones, casi un tercio de los niños muestra este tipo de intereses entre los 2 y los 6 años, aunque en algunos casos, se prolonga durante algún tiempo más. Por lo tanto, si tenemos en cuenta este fenómeno, que a los niños les gusten los dinosaurios no es casualidad.
BENEFICIOS COGNITIVOS:
Los resultados del estudio The development of conceptual interests in young children, llevado a cabo por las Universidades de Indiana y Wisconsin, revelaron que los intereses intensos que demandan un dominio conceptual, como es el caso de los dinosaurios, son muy beneficiosos para el desarrollo cognitivo infantil.
La razón se encuentra en que además de enriquecer el vocabulario y aumentar el conocimiento sobre un tema específico, contribuyen a mejorar el desarrollo de habilidades complejas relacionadas con el procesamiento de la información, la atención, la concentración o la perseverancia.
Además, el interés por los dinosaurios por parte de los niños también da información sobre qué estrategias utilizan para acercarse tanto a temas de su interés como a aquellos que están por descubrir. Y esto proporciona pistas sobre cómo se desenvolverán en el día a día con los retos que les vaya planteando la vida.
De alguna forma, los niños que presentan esta pasión no se limitan a un conocimiento superficial, sino que prefieren ir más allá e indagar. Suelen ser más autónomos y tienen más facilidad para desarrollar el pensamiento crítico.
Este tipo de intereses suelen desaparecer entre 6 meses y 3 años, según una investigación realizada entre las universidades de Virginia, Yale y Queensland. De hecho, solo un 20 % de los niños mantienen sus intereses intensos de forma activa con el paso de los años.
Los motivos suelen ser la disminución del tiempo libre de los niños para investigar y la exigencia de un conocimiento más amplio sobre diversos temas por parte del colegio, pero a su vez menos profundo.
Aunque bien es cierto, que los padres pueden mantener esta gran pasión en casa, ya que pueden seguir alimentando la curiosidad de sus hijos así como favorecer que estos tengan tiempo para indagar en aquello que les atrae.
- Para ello, los padres pueden crear espacios o utilizar recursos con los que el niño pueda aprender sobre aquello que le interesa.
- Favorecer conversaciones sobre los temas que apasionen a los niños. Por ejemplo, hablar sobre los diferentes tipos de dinosaurios, que explique cómo se diferencian, etc.
- Fomentar a su vez el aprendizaje sobre otros temas. En este caso, se puede comenzar con temas relacionados con el principal.
- Mostrar interés sobre lo que nos cuentan. El niño tiene que percibir que lo escuchamos y estamos atentos. Esta es una forma de alimentar su interés y susganas de saber para seguir creciendo.
Fuente: «La Mente es Maravillosa» (Web)